Felipe ya no espera...El tiene muchos años y sus zapatos rotos.
Duerme ojitosestrella en la Plaza San Martín o en las escalinatas de algún edificio del centro. Duerme y no espera. Ni el día siguiente, ni el amor, ni el frío.
Los sábados se instala en el Paseo. Con su biografíadolor y sus pertenencias colgadas en la espalda bolsa ropa de verano bolsa ropa de invierno bolsa objetos encontrados bolsa otras cosas. Está Felipe... y no espera nada.
Saca fotos y le ayuda a Eva a atender su puesto de títeres.
Eva tiene una gata.
Para Felipe, Eva y su gata son como una familia de fin de semana.
Comparten mates y muchos silencios.
El no espera nada y ella se va. Beca en el bolsillo , después de Navidad, se va. Con sus títeres. A recuperar niños del Brasil, se va.
Felipe sonríe... No espera... Pero repite, murmurando, como si fuera un rezo: si ves al futuro, decile que no venga... si ves al futuro, decile que no venga...